La definición básica de una comunidad dice un grupo de personas que comparten características en común. Con esa lógica correcta, hay miles y miles de comunidades alrededor de todo el mundo que se forman por una cosa. En este caso, la industria de los juegos ha formado y lo sigue haciendo día a día en comunidades de todas partes del mundo.
La globalización ha permitido establecer miles de redes que conectan a jugadores de todo el mundo al momento de participar en un videojuego. La evolución de la tecnología ha permitido avances que en la actualidad se visualizan con los jugadores que se comunican mediante dispositivos o consolas. Competencias que se desarrollan y comunidades que interactúan entre sí para lograr su objetivo, sea el género del juego y el fin del mismo.
La típica imagen se produce desde un hogar, con una persona sentada en su silla, con un mando en la mano o con el mouse de la computadora, algún auricular para escuchar a la otra persona, o en este caso a su “comunidad” y un juego de por medio que reúne a los seres humanos. Este pantallazo inicial invita al desarrollo de comunidades que interactúan desde los hogares hasta las competencias internacionales más importantes del mundo.

Para los analistas, el espacio de las comunidades en los videojuegos es un nicho importantísimo. Miles y miles de players se conectan desde sus hogares, con las comunidades armadas e interactúan mientras disfrutan del videojuego. Es más frecuente el espacio que se arman ciertos grupos para competir contra otros a través de la virtualidad.
Consolas, comunidad gamer y tecnología
Los tres conceptos se retroalimentan y cada uno necesita del otro para avanzar en la industria de los juegos. Entre la década del 80 y 90, aparecieron las primeras consolas conectadas a la televisión, la Nintendo como un boom del mercado, las comunidades gamers y la tecnología que hace de soporte. La comunidad de gamers fue avanzando a medida que la tecnología permitió el desarrollo de nuevos recursos para abastecer el mercado.
Una palabra clave en la industria es la “conectividad”, capacitada para conectar un dispositivo con el otro sin importar la lejanía. La mencionada conectividad es la que impulsa las comunidades, con jugadores de todo el mundo que interactúan en línea mediante dispositivos. En la actualidad, hay una elevada gama de consolas que cumplen con las preferencias de los consumidores. Y esas mismas consolas lanzan modelos avanzados, como el caso de la Playstation que empezó desde su versión original y la más reciente es la “Playstation 5.
La competencia en línea
La competencia digital evalúa a los jugadores en redes. ¿De qué forma? A través de un contexto amateur, por diversión y ocio, o profesional, con equipos que entrenan y dedican su tiempo hacia la mejora individual y colectiva. El último apartado está relacionado con los “Esports”, catalogados como los deportes electrónicos y que están apuntados para largo plazo.
La industria de los esports está en crecimiento y eso es un hecho. Los jugadores entrenan, mantienen una dieta especial y están apoyados por un tratamiento psicológico ante la demanda de la exigencia profesional. Los jugadores amateurs lo hacen por ocio, para pasar el rato con las denominadas comunidades y no reciben una compensación.
Algunos ejemplos más conocidos, que varían también en consolas son: Valorant, EA FC, Clash Royale, Counter Strike, Fortnite, League Of Legends, etc. La competencia en línea genera una dinámica nueva e impensada hace muchos años. La globalización y la conectividad han dado fruto y el presente lo representa.
Todos los caminos conducen a las comunidades. La elevada demanda refiere a una competencia en línea que ha elevado la vara de todos los jugadores del mundo a través de la conectividad. La tecnología es una palabra clave dentro de los videojuegos y prima en toda la industria.
La conexión global permite que dispositivos de cualquier parte del mundo puedan conectarse y competir en línea contra otros jugadores del mundo. Temas más específicos abundan en el tipo de consola o internet, pero ese es un marco teórico que no interesa tanto en la dinámica del artículo.
Las comunidades gamers son lugares aparte y han revolucionado la industria de los videojuegos. ¿A quién no le gustaría formar parte de una comunidad? ¿Quién no querría competir a nivel internacional con sus amigos en los máximos referentes de los videojuegos? Preguntas que surgen y que engloban temas predominantes en la industria.
Lo más interesante de cara a futuro es que la industria está en pleno crecimiento. Los números de los esports son fabulosos, arrojan estadísticas favorables y cada vez hay más participantes. Los equipos más valiosos tienen sus sedes en Países Bajos, Alemania, Estados Unidos, etc. Esos son algunos países que lideran el mercado actualmente.

Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.