En un entorno laboral cada vez más diverso y dinámico, las competencias de liderazgo han evolucionado significativamente. Las cuatro habilidades más esenciales para un líder contemporáneo continúan siendo las 4 C’s: confianza, colaboración, comprensión y comunicación. Sin embargo, en la actualidad, la comprensión y la empatía han adquirido un papel protagónico, convirtiéndose en elementos clave que impactan directamente en los resultados del equipo. En este contexto, el liderazgo ya no se basa en un enfoque autoritario o controlador; más bien, el líder debe adoptar un papel de facilitador, creando un entorno donde los empleados se sientan empoderados y responsables de su trabajo.
Para lograr este cambio, un líder intergeneracional necesita desarrollar habilidades fundamentales como la disponibilidad y la capacidad de ser un modelo a seguir. Esto implica estar presente para guiar y apoyar al equipo, especialmente en momentos de desafío o incertidumbre. La inteligencia emocional se convierte en una herramienta crucial en este proceso, ya que permite mejorar las relaciones interpersonales mediante la empatía, la gestión de emociones y una comunicación efectiva. A través de la inteligencia emocional, un líder puede fomentar un clima de confianza y colaboración, esencial para el éxito colectivo.
Por otro lado, la perspectiva generacional juega un papel vital en el liderazgo intergeneracional. Comprender la cultura, los valores y los ideales de cada generación permite a los líderes identificar puntos en común y, a su vez, aprovechar la diversidad como un motor de innovación. Este enfoque no solo enriquece las dinámicas de equipo, sino que también promueve un sentido de pertenencia y cohesión entre los miembros, independientemente de su edad o experiencia.
En el estudio “Liderazgo Intergeneracional” de Moldes y Gómez, se identifican, además de estas dos competencias generales, diez competencias específicas que un líder intergeneracional debe poseer para guiar eficazmente a su equipo. Estas competencias son fundamentales para fomentar un ambiente laboral inclusivo y productivo, donde cada miembro pueda contribuir plenamente y crecer tanto personal como profesionalmente.
- Encarnar los valores de la organización
Un líder intergeneracional debe representar y vivir los valores de la organización en su comportamiento diario. Esto implica ser un modelo a seguir, actuar con integridad y promover la misión y visión de la empresa. Su autenticidad inspira a otros y crea un ambiente donde los valores compartidos son apreciados y practicados. - Comunicarse de manera efectiva
La comunicación efectiva es fundamental para un líder intergeneracional. Esto implica no solo transmitir información de manera clara y concisa, sino también escuchar activamente a los miembros del equipo. Un líder debe adaptar su estilo de comunicación a las diferentes generaciones, teniendo en cuenta sus preferencias y necesidades.
- Ayudar a que su equipo disfrute realizando su trabajo
Un líder debe fomentar un ambiente laboral positivo donde los miembros del equipo se sientan motivados y satisfechos con su trabajo. Esto se logra reconociendo sus esfuerzos, ofreciendo retroalimentación constructiva y promoviendo un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal. - Establecer y apoyar al equipo para alcanzar los objetivos
Una persona que lidera un equipo intergenracional debe establecer metas claras y alcanzables, y guiar a su equipo en la búsqueda de estos objetivos. Esto incluye proporcionar los recursos necesarios, así como el apoyo emocional y práctico para ayudar a los miembros a superar obstáculos y alcanzar el éxito colectivo. - Fomentar la colaboración
La colaboración es clave en un entorno de trabajo diverso. Un líder debe crear oportunidades para que los miembros del equipo trabajen juntos, compartan ideas y colaboren en proyectos. Fomentar un ambiente de confianza y respeto entre generaciones es crucial para maximizar la creatividad y la innovación. - Empoderar a su equipo para que reconozca sus propias necesidades de formación
Un líder debe alentar a los miembros del equipo a identificar y reconocer sus propias áreas de mejora y desarrollo. Esto implica fomentar una mentalidad de aprendizaje continuo y proporcionar recursos para que los empleados busquen capacitación y formación en las habilidades que consideran necesarias. - Ofrecer oportunidades para crecer y desarrollarse
Un líder intergeneracional debe facilitar el crecimiento profesional de su equipo, brindando oportunidades de capacitación, mentoría y desarrollo de habilidades. Esto puede incluir programas de formación, asignaciones desafiantes y el fomento de la participación en conferencias y talleres. - Valorar los logros
Reconocer y celebrar los logros del equipo es esencial para mantener la motivación y el compromiso. Un líder intergeneracional debe implementar prácticas para reconocer los éxitos individuales y colectivos, ya sea a través de elogios, recompensas o reconocimiento público. - Facilitar la conciliación
Un buen líder debe comprender la importancia de la conciliación entre la vida laboral y personal. Debe implementar políticas y prácticas que apoyen el bienestar de los empleados, como horarios flexibles, opciones de trabajo remoto y programas de bienestar que promuevan un equilibrio saludable. - Adaptarse a las diferencias intergeneracionales
Un líder intergeneracional debe ser consciente de las diferencias en valores, expectativas y estilos de trabajo entre las distintas generaciones. Esto implica ser flexible y abierto a ajustar su enfoque de liderazgo para satisfacer las diversas necesidades y motivaciones de todos los miembros del equipo.
Las especialistas afirman que de estas diez habilidades, hay tres que son más esenciales que nunca: establecer el papel del equipo, que está estrechamente relacionado con el enfoque en los resultados, la comunicación efectiva y la conciliación, que se relaciona con el trabajo a distancia. Este tipo de liderazgo coincide de manera interesante con las características que buscan los trabajadores: alguien que sea comunicativo, colaborativo, responsable, flexible e inclusivo.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.