La empatía es una habilidad fundamental de la inteligencia emocional y se considera una de las competencias más valiosas en el desarrollo humano. Surge naturalmente en la interacción y comunicación con los demás, siendo una manifestación inherente de nuestra condición como seres sociales. La empatía va más allá de simplemente escuchar a los otros: implica una conexión profunda con sus emociones, pensamientos y experiencias. Es una habilidad que nos permite no solo reconocer los sentimientos ajenos, sino también responder de manera adecuada y genuina, lo que puede mejorar considerablemente nuestras relaciones y la calidad de nuestras interacciones.
Esta capacidad de comprender y relacionarnos con los pensamientos, experiencias y sentimientos de los demás es esencial para construir vínculos sólidos y significativos. Nos permite ponernos en el lugar del otro, sentirnos con él y responder con comprensión. En el ámbito personal, la empatía facilita el apoyo emocional y el entendimiento mutuo, cualidades que enriquecen nuestras relaciones y fomentan un ambiente de respeto y colaboración.
La empatía como ventaja profesional
Las personas con habilidad para entender y compartir los sentimientos de los demás tienen una ventaja natural en algunas de las competencias más importantes en el mundo laboral, como el liderazgo, el trabajo en grupo, la atención al cliente y las habilidades de negociación. Por lo tanto, poder aplicar la empatía en el entorno de trabajo añadirá un valor adicional a cualquier perfil profesional.
El desarrollo de la empatía en el lugar de trabajo es una competencia clave. Para los trabajadores, la empatía ayuda a crear un entorno respetuoso donde se cumplen las normas de convivencia, lo que evita tener que dedicar esfuerzos y tiempo a resolver conflictos. Cada empleado velará por sus propios intereses y los del resto, beneficiando así a la empresa. Asimismo, es importante fomentar la empatía en cargos directivos y de liderazgo, ya que garantiza un buen desempeño en dichos roles.
Beneficios de aplicar la empatía en el trabajo
Mostrar comprensión y consideración en el lugar de trabajo ayuda a fomentar un ambiente de equipo, incrementa la confianza y motivación de los empleados, y hace que se sientan valorados.
Principales beneficios de la empatía en el entorno laboral
- Satisfacción de necesidades: en un ambiente laboral empático, los profesionales se toman el tiempo para escuchar y entender las necesidades de su equipo y/o compañeros. Además, un equipo empático tiene una actitud óptima y brinda el apoyo necesario, tanto del líder como de los colegas, para afrontar los desafíos y dificultades que puedan presentarse.
- Reducir conflictos: tener la actitud correcta, mantener una comunicación fluida, escuchar y entender a las partes considerando sus opiniones y perspectivas facilita llegar a acuerdos entre las partes para evitar conflictos, y esto solo es posible con empatía. Además, este tipo de acciones se reciben de manera muy positiva, a diferencia de imponer una solución de forma unilateral por parte de la figura al mando, que podría percibirse negativamente.
- Trabajo en equipo: la comprensión de los compañeros y brindarles el apoyo que necesitan fortalece la confianza y las relaciones, lo que mejora la productividad.
- Comunicación abierta: un ambiente de trabajo lleno de empatía se percibe como un espacio seguro donde los trabajadores pueden sentirse entendidos, escuchados y respetados, haciéndolos más abiertos. De esta manera, las relaciones son más auténticas, y no habrá miedo a ser juzgados por compartir ideas, lo que mejorará el ambiente laboral.
Empatía y ambiente positivo en el equipo
Tener empatía nos permite transmitir energía positiva y sintonía emocional al equipo, gracias a las neuronas espejo. Esto crea un ambiente de trabajo más agradable y optimista.
Ya hemos repasado que un espacio laboral con profesionales empáticos aporta beneficios muy positivos, y hemos analizado algunos de estos. Pero ¿dónde y cómo podemos poner en práctica la empatía en el ámbito laboral? Veamos algunos ejemplos a continuación.
- De manera interna: el ejemplo más sencillo es el trabajo en equipo. Cuando trabajamos en equipo, no pensamos en nosotros mismos sino en el equipo como sujeto, colaborando con los demás compañeros para la consecución de los objetivos comunes, manteniendo una comunicación fluida, ayudando con la carga de trabajo a los demás miembros del equipo, mejorando el ambiente, etc.
- Desde arriba: un buen líder aplica la empatía al entorno laboral. Esa capacidad de liderazgo empático es capaz de fomentar un ambiente de confianza recíproca entre su figura y el equipo, y las consecuencias de ello son muy positivas. Por un lado, el equipo sentirá confianza para aportar ideas que enriquecerán al departamento –y, a largo plazo, a la compañía–, y para comunicarse siempre de manera abierta, lo que evita conflictos. Además, todo ello contribuye a generar un ambiente agradable y un sentimiento de equipo.
- Hacia el exterior: la empatía no es clave únicamente en el funcionamiento óptimo de la empresa de manera interna, sino que aplicar la empatía laboral al desempeño de tareas de, por ejemplo, atención al cliente, es muy beneficioso porque fomenta la percepción positiva de la marca por parte del público, crea un sentimiento de pertenencia con su comunidad y puede ser un elemento diferenciador frente a la competencia.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.