Las metodologías ágiles son más que simples herramientas, son estrategias completas que permiten a las organizaciones dirigir sus proyectos de manera ágil y flexible, abarcando áreas como el marketing y la gestión de servicios. Su enfoque se centra en adaptar los proyectos a las necesidades del cliente de forma eficiente.
En resumen, una metodología ágil es una alternativa moderna para manejar proyectos que los divide en secciones, se ajusta en el camino y completa tarea rápidamente.
En las metodologías ágiles, no se planifica ni diseña previamente el proyecto. Este se va definiendo a medida que avanza el desarrollo. Los participantes trabajan por periodos específicos, realizando diferentes tareas. Al final de cada periodo, se entregan avances, se reciben comentarios y se reinicia el proceso para implementar cambios necesarios.
Si tu empresa ha comenzado su camino hacia la transformación digital, es una buena oportunidad para incorporar las metodologías ágiles. Estas te permitirán mejorar la calidad de lo que ofreces mientras ahorras dinero y tiempo.
Los 12 principios claves de la metodología ágil
En el año 2001, un grupo de 17 expertos en informática, programación y administración se reunieron para discutir sobre métodos ágiles en el desarrollo de software, creando así el manifiesto ágil. Estos principios originales, inicialmente dirigidos a los programadores, se han extendido a equipos de diversas áreas, estableciendo las bases fundamentales para cualquier metodología ágil.
A continuación están los principios adaptados:
- Colocando al cliente como prioridad, entregar productos o servicios de manera anticipada y constante incrementa las posibilidades de satisfacer sus necesidades y ayuda a obtener ganancias más pronto.
- Mantenerse receptivo a cambios es crucial. Enfoques ágiles fomentan la aceptación de solicitudes de alteraciones en cualquier momento, reconociendo su potencial valor. En contraste con prácticas convencionales, los equipos ágiles abrazan la incertidumbre y buscan maximizar la satisfacción del cliente.
- La idea original de las entregas de valor era agilizar la entrega de software funcionando en períodos cortos de tiempo, preferiblemente semanas o meses. El enfoque principal es trabajar con lotes más pequeños para procesar el trabajo de manera eficiente.
- Desmantelar las barreras entre los distintos grupos de trabajo para lograr una mayor coordinación entre quienes generan valor y quienes lo planifican o comercializan. Esta medida promoverá la colaboración interna y, en consecuencia, optimizará el desempeño de la empresa.
- Inspirar a los colaboradores al disminuir el control excesivo y apoyar a los empleados motivados, permite que los proyectos se finalicen de manera más rápida y con mayor excelencia.
- Es recomendable comunicarse en persona para una respuesta más rápida. Con el avance tecnológico y el trabajo remoto, es importante mantener la comunicación directa. Si necesitas discutir temas de trabajo con tu equipo, busca la manera de hacerlo rápidamente.
- Un software de trabajo es esencial para avanzar en tus proyectos, sin importar cuánto tiempo hayas dedicado; si no satisface las expectativas del cliente, surge un inconveniente.
- Evita el agotamiento y mejora la eficiencia de tu equipo al emplear una metodología ágil. De esta forma, podrás hacer entregas regulares y adaptarte rápidamente a los cambios.
- Mantener un alto nivel de calidad en tus operaciones mejora la flexibilidad de tus equipos al adaptarse a los cambios con facilidad y rapidez.
- Si algo puede hacerse de manera simple, es preferible optar por la simplicidad en lugar de complicarlo innecesariamente. Al implementar una metodología ágil, es crucial evitar realizar tareas sin un propósito claro y evitar la complicación por el mero hecho de completar una tarea.
- Equipos motivados generan mayor valor para los clientes que equipos con restricciones. Si líderes tienen que dirigir constantemente a sus equipos, quizás no sea el momento adecuado para introducir una metodología ágil.
- Piensa en cómo trabajar de manera más eficiente. Analiza los errores y haz cambios para mejorar constantemente la productividad de tu equipo. Solo así lograrás progresar y alcanzar un mejor rendimiento en el trabajo.
Las metodologías ágiles representan un enfoque dinámico y colaborativo para la gestión de proyectos, adaptándose a entornos de constante cambio y demandas variables. Su principal objetivo es fomentar la flexibilidad, la transparencia y la entrega continua de valor al cliente. Al priorizar la comunicación cercana, la retroalimentación constante y la iteración rápida, las metodologías ágiles como Scrum, Kanban y XP permiten a los equipos responder ágilmente a los desafíos emergentes y ajustar su curso según sea necesario.
Los beneficios de adoptar metodologías ágiles son diversos y significativos. No solo facilitan una mejor gestión del tiempo y los recursos, sino que también mejoran la calidad del producto al enfocarse en entregas incrementales y continuas que pueden ser evaluadas y ajustadas rápidamente. Además, promueven un ambiente de trabajo colaborativo y motivador, donde los equipos tienen la libertad de experimentar, aprender de sus errores y adaptarse en tiempo real.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.