El feedback constructivo es una herramienta fundamental en el ámbito empresarial, pues influye directamente en el crecimiento y éxito de los empleados y, por ende, de la organización. Proporcionar retroalimentación constructiva ayuda a identificar áreas de mejora, fortalecer habilidades, y fomentar un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
Además, motiva a los empleados, aumenta su compromiso y mejora su rendimiento. Establecer una cultura de feedback constante también facilita la comunicación abierta y la resolución de conflictos. En este artículo, exploraremos las razones clave para implementar un sistema de feedback constructivo y cómo puede beneficiar tanto a los empleados como a la empresa en general.
Investigaciones confirman repetidamente que a los trabajadores les importa recibir críticas constructivas. Encuestas indican que casi todos los empleados (96%) creen que es crucial y más del 80% valoran las críticas, inclusive las negativas, que podrían ser aún más relevantes.
Es evidente que a los empleados les agrada obtener retroalimentación con frecuencia, tal vez cada semana o al menos una vez al mes en varios casos, y no solamente durante las evaluaciones de desempeño planificadas. La capacidad de verificar y obtener orientación de forma regular ayuda a fortalecer la confianza y el compromiso de los empleados en general.
Así que, ¿cuál es la solución? Resulta más eficaz enfocarse en cuántas veces se puede proporcionar retroalimentación a un empleado y qué momento tiene más sentido, en lugar de preocuparse por cuándo lo necesita. En última instancia, la mayoría de los empleados valorarán recibir retroalimentación, siempre y cuando sea ofrecida de manera apropiada.
¿Qué pasa con los líderes? Aquellos que proporcionan retroalimentación positiva igualmente obtienen resultados favorables. De acuerdo a una investigación, los líderes de equipo que brindaron la cantidad adecuada de retroalimentación alcanzaron un puntaje de 8,5 sobre 10, distintivamente menos respecto a aquellos que proporcionaron muy poco o en exceso. Recibir comentarios ayuda a los empleados de dos maneras. En primer lugar, les permite mejorar en el trabajo y crecer profesionalmente. A través de las opiniones recibidas, los empleados pueden mejorar y crecer.
- Aprender maneras para mejorar su rutina de trabajo diaria.
- Mejorar la comprensión de sus fortalezas para potenciarlas.
- Identificar los aspectos en los que necesitan trabajar.
- A un nivel más sutil, pero igual de impactante, la retroalimentación constructiva también fortalece la confianza y las relaciones laborales entre los jefes y sus empleados.
- Facilita el cambio de los líderes de un rol de “mando” a un rol de “guía”, fomentando así una colaboración mutua hacia un objetivo compartido.
Comentarios constructivos para mantener el compromiso y la permanencia
Adentrándose más allá del anhelo de los trabajadores de obtener retroalimentación habitual, es vital destacar la influencia que este método de comunicación tiene en la participación y permanencia de los empleados en la empresa. Estos aspectos representan grandes desafíos para los encargados de recursos humanos.
Estudios indican que los trabajadores que se reúnen regularmente con sus supervisores tienen una mayor probabilidad de sentirse comprometidos en su trabajo que aquellos que no lo hacen, siendo tres veces más probable.
Recibir elogios puede motivar a los trabajadores. Según una investigación mundial, los empleados premiados tienden a comprometerse tres veces más que aquellos que no reciben reconocimientos.
El estudio mostró que los empleados eran dos veces más propensos a irse si no se les agradecía su trabajo o si no tenían un programa de reconocimiento en su empresa.
La información demuestra algo que es bastante obvio: los empleados desean conocer su rendimiento con regularidad. Si la organización no ofrece formas de proporcionarles esta retroalimentación, es probable que pierda personal muy talentoso.
¿Cómo se debe dar la mejor crítica constructiva?
Por mucho tiempo, los comentarios útiles se han restringido a evaluaciones formales de desempeño, una vez al año o, en el mejor de los casos, cada seis meses. Esta forma de retroalimentación organizada sigue siendo importante para el crecimiento profesional de una persona.
Sin embargo, es más efectivo hacer evaluaciones regulares a los empleados. Un comunicador interno debe incluir en sus tareas la responsabilidad de proporcionar retroalimentación, mediante evaluaciones periódicas formales y comentarios informales improvisados.
Es esencial brindar retroalimentación tras cada momento importante en el que un empleado esté involucrado. Esto les ayuda a entender cómo sus acciones afectan a la empresa, ya sea de forma positiva o negativa.
Es fundamental motivar a los empleados para que sean más productivos. Cuando se sienten valorados y respaldados, son más propensos a quedarse en la empresa y ser más efectivos.
Al invertir tiempo en proporcionar feedback constructivo, los líderes demuestran su compromiso con el crecimiento y bienestar de sus empleados. Implementar estas prácticas puede resultar en una mayor motivación, una mejor comunicación y un incremento en la productividad. En definitiva, el feedback constructivo es una herramienta poderosa para impulsar tanto el éxito personal como organizacional.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.
