Es esencial que las empresas actuales consideren el propósito de los empleados como un elemento clave en cualquier estrategia corporativa. No siempre se ha valorado adecuadamente el mundo interno de los trabajadores, que incluye sus motivaciones, habilidades y necesidades. Además, no se ha prestado suficiente atención a lo que los empleados se proponen lograr durante su trayectoria profesional en la empresa y en su carrera en general.
Cómo comprender el significado del trabajo de los empleados
Suponer que los trabajadores de una empresa son simplemente quienes llevan a cabo las órdenes que reciben, sin tener expectativas, creatividad o deseos, no solo es naïve, sino también muy dañino para el éxito de la organización. Sin embargo, articular el propósito de los empleados de manera clara y concisa es complicado, debido a la naturaleza filosófica o, si se prefiere, abstracta del término. Es algo que, de manera más o menos intencionada, se busca para que nuestro desarrollo profesional sea más significativo y satisfactorio. En resumen, el propósito de los empleados está relacionado con su vocación y también con el proyecto profesional que, sean conscientes de ello o no, cada persona desarrolla a lo largo de su trayectoria laboral.
La finalidad de los empleados debe verse como un aspecto que supera lo meramente laboral. Es algo que da a la actuación profesional un significado más profundo, capaz de ir más allá de las motivaciones obvias, que suelen ser de necesidad económica, que todos tienen para desempeñar un trabajo en particular.
El propósito como proceso psicológico intrincado
El propósito de los empleados, como un proceso psicológico intrincado, surge de una combinación de pensamientos, sentimientos, anhelos y referencias de las cuales las personas no siempre son conscientes. Además, requiere una adaptación constante entre sus propias expectativas, deseos y necesidades y las oportunidades actuales y futuras que la empresa puede brindar según la situación en la que se encuentre.
Los límites del propósito dentro de la empresa
Los empleados tienen ciertos límites establecidos por la empresa. Su propósito no se basa únicamente en sus metas profesionales individuales, sino que también está impactado y, principalmente, restringido por las tareas y obligaciones que tienen en la compañía en un momento específico de su carrera laboral allí.
Dos dimensiones del propósito de los empleados
El objetivo de los empleados se puede entender de dos formas. Primero, se refiere a lo que ellos quieren alcanzar o lograr a través de su trabajo en la empresa. Segundo, se trata de lo que ofrecen a la compañía en términos de valor. Esto se relaciona con sus necesidades y expectativas, así como con la estrategia que utilizan para cumplir con ese objetivo.
El propósito está en constante evolución
Es algo activo y en constante cambio. En un momento determinado, se puede sentir que el objetivo se ha cumplido. Sin embargo, si no se mantienen las condiciones adecuadas, el objetivo se desvanece, se distorsiona y pierde su significado. Por ello, las empresas deben considerar esto al fortalecer el talento en el equipo: el objetivo de los empleados está ligado a su crecimiento profesional, sus planes de carrera y su compromiso con la empresa y el sector.
La función de la comunicación interna en el propósito de los empleados
Un trabajo integral desde el área de comunicación interna debe enfocarse en apoyar a los empleados a reflexionar y conectar su propósito personal con los objetivos de la empresa. Esto implica transmitir mensajes que inviten a los empleados a explorar si su propósito es factible, si fomenta su bienestar físico y mental, y en qué valores personales se basa. Aunque la empresa no puede dictar el propósito de cada persona, sí puede facilitar entornos de inspiración, motivación y sentido, donde la comunicación clara y efectiva permita que los trabajadores encuentren un significado más profundo en su labor diaria. Al conectar este propósito con los valores y metas organizacionales, la comunicación interna se convierte en un puente que refuerza la cohesión y el compromiso dentro de la empresa.
¿Por qué el propósito es importante para la productividad?
El propósito es un motor clave en la productividad de los empleados, ya que proporciona una razón más profunda para realizar su trabajo con compromiso, entusiasmo y sentido de logro personal. Cuando los empleados sienten que su trabajo tiene un significado que trasciende las tareas diarias, su motivación se dispara, lo que no solo mejora su rendimiento y creatividad, sino también su satisfacción laboral y fidelidad a la empresa. Además, un propósito claro genera un sentido de pertenencia, alineación con los valores y objetivos organizacionales, y fomenta un ambiente de mayor colaboración y cohesión en los equipos. Básicamente, el propósito impulsa tanto el bienestar individual como la productividad organizacional, fortaleciendo el compromiso a largo plazo.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.