El proceso de onboarding es una tarea muy importante y una de las actividades clave del departamento de recursos humanos en una empresa, ya que realizarlo correctamente es crucial para el desarrollo del negocio. Además, esta tarea es complicada porque presenta diversos desafíos, y cualquier fallo puede acarrear riesgos, como la reducción de la productividad. Por lo tanto, es vital invertir en buenas prácticas de incorporación para que la empresa pueda establecer un proceso de onboarding eficaz.
¿Qué es el onboarding?
En términos simples, el onboarding es el proceso de integrar a un nuevo trabajador en el equipo, la cultura y el funcionamiento de la empresa, con el fin de asegurar su adaptación y permanencia. Este proceso permite que los nuevos empleados adquieran las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para formar parte del equipo de manera efectiva. Incluye diversas fases, como la orientación, supervisión, seguimiento y formación. El mejor momento para comenzar este proceso es justo después de la contratación, ya que el nuevo empleado está motivado, dispuesto a hacer un buen trabajo y más receptivo a la orientación y adaptación. Sin embargo, debe durar hasta que el empleado se sienta a gusto en su puesto. Por esta razón, es una práctica que requiere una cuidadosa planificación por parte del departamento de Recursos Humanos. También puede usarse para incentivar a los empleados desde su primer día de trabajo. En este contexto, se puede ver como una estrategia clave en la gestión del talento.
El error de subestimar el onboarding
Numerosas empresas continúan desestimando la relevancia de integrar adecuadamente a los empleados y solamente se restringen a hacer una presentación corta. Este es un gran error, especialmente porque el mercado se vuelve más competitivo y las compañías que apuestan por el talento conseguirán a los mejores profesionales.
¿Para qué es el proceso de onboarding?
Este proceso ayuda al trabajador a sentir que forma parte de la nueva empresa, lo que disminuye la probabilidad de que abandone su puesto y permite que la empresa evite tener que hacer otra contratación. De esta manera, la incorporación del nuevo empleado al grupo contribuye a reducir la rotación de personal, ya que fortalece la cohesión del equipo. Esto resulta muy beneficioso para la empresa, ya que la hace más competitiva en el mercado debido al compromiso de su personal, además de ahorrar en costos de terminación de contratos laborales.
Las 4 C del onboarding
Cumplimiento
En primer lugar, se ofrece a los nuevos trabajadores una guía sobre todos los procedimientos de la empresa. Así, se les enseñan desde las tareas más simples hasta las más formales, así como todos los valores y normas de la organización.
Aclaración
Esta fase es muy importante ya que busca informar al nuevo empleado sobre todo lo que debe conocer acerca de su nuevo puesto. De esta forma, comprende sus funciones, deberes, nivel jerárquico, herramientas y recursos. También se le informan todas las expectativas que se tienen sobre él para que pueda realizar sus tareas de manera excelente.
Cultura
En esta fase, los trabajadores aprenden todo acerca de la cultura de la organización, para entender claramente su misión y visión. Así, conocen el ambiente en la empresa y cómo se desarrolla la dinámica.
Conexión
Esta última fase es cuando se integra oficialmente a la empresa, creando un vínculo personal con los directivos, colegas y sus responsabilidades en el equipo. Esto ayuda al nuevo empleado a llevar a cabo sus tareas sin una gran curva de aprendizaje.
¿Cuál es la relevancia y las ventajas del onboarding en tu empresa?
Un onboarding bien organizado brinda grandes beneficios tanto para el trabajador como para la empresa. Facilitar una integración rápida del nuevo empleado a la empresa es esencial. Este proceso no debería ser visto solo como una “guía” para el empleado, ya que existen diversas maneras de implementarlo. Así, la empresa puede aprovechar los distintos recursos disponibles para enriquecer su programa a través de la capacitación y el desarrollo. De esta manera, el nuevo empleado se une a la empresa con un conocimiento completo de los procedimientos, lo que aportará valor a su trabajo desde el inicio.
Beneficios de un onboarding efectivo
Mayor satisfacción del empleado
Cuando un trabajador conoce desde el principio su rutina laboral y la de la empresa, la posibilidad de desilusión se reduce, lo que genera una mayor satisfacción.
Mayor compromiso y productividad
Los empleados que son recibidos adecuadamente al ingresar a la empresa se sienten cómodos rápidamente y aprenden con mayor rapidez sobre el funcionamiento del negocio, a quién acudir para resolver problemas y otros temas administrativos. Esto los motiva más y les permite obtener mejores resultados. Al estar familiarizados con la cultura organizacional, los empleados actúan de acuerdo a ella y sienten que pertenecen.
Mayor cohesión en el equipo
La incorporación ayuda a que la empresa opere como un equipo, lo que lleva a que todos colaboren para alcanzar los mejores resultados. De este modo, los trabajadores sienten que forman parte del grupo y pueden contar con sus colegas, lo que contribuye a su desarrollo profesional. Así, la calidad de su trabajo mejora y la empresa se beneficia.
Un buen ambiente laboral
Los nuevos empleados no siempre comprenden el clima y la cultura de la organización desde el principio. Es importante señalar que esto va más allá de simplemente aprender cómo se realiza el trabajo; también implica entender a quién deben reportar y cuáles son sus tareas diarias. El proceso de integración ayuda significativamente al nuevo trabajador en esta etapa inicial, garantizando que esté en sintonía con las expectativas de la empresa. Este proceso se lleva a cabo con el apoyo de Recursos Humanos y la colaboración de los directivos, quienes pueden guiarles sobre qué hacer al comenzar su camino en la organización.
Disminuir la rotación
Esta práctica también contribuirá a bajar las tasas de rotación, es decir, el cambio de personal dentro de una empresa. Esta disminución se debe a la sensación de pertenencia que siente el empleado, fortaleciendo su conexión con la organización.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.