Optimizar la comunicación, el ambiente y la cultura de la organización depende en gran medida de las iniciativas que la empresa tome al respecto. Por lo tanto, es posible adoptar herramientas como las dinámicas de grupo para ayudar a la comunicación interna, el compromiso y la cultura de retroalimentación entre los empleados. Para entender la importancia de este tipo de acción, basta con pensar que los problemas de comunicación interna pueden convertirse en grandes perturbaciones en el lugar de trabajo. Por lo tanto, la búsqueda de formas de evitarlos debe ser constante.
Para ilustrar cómo las dinámicas de grupo pueden influir en la comunicación interna, a continuación presentamos algunos ejemplos y sus objetivos. Estos ejemplos están diseñados para que los utilices y los apliques con tu equipo.
- Dibujo a ciegas
Este es un ejercicio de grupo similar a Imagen y Acción. Su objetivo es demostrar la importancia de una comunicación clara y efectiva para que la otra persona entienda lo que se le pide. Los participantes se dividen en parejas, sentados de espaldas. Uno recibe una tarjeta con un dibujo sencillo, mientras el otro tiene un papel en blanco y un bolígrafo. La persona con la tarjeta debe explicar cómo dibujar lo que hay en ella, sin decir exactamente de qué se trata. Es una actividad divertida. - El cuerpo que habla
La dinámica “El cuerpo habla” resalta la importancia del lenguaje corporal durante una interacción. Hoy en día, este aspecto a menudo se pasa por alto debido a la dominancia de la comunicación digital. El conductor dará instrucciones al grupo, quienes deberán seguirlas lo más rápido posible. Sin embargo, mientras da las instrucciones (como tocarse la nariz), el conductor realizará una acción diferente (como tocarse la frente). Sorprendentemente, la mayoría de las personas terminarán imitando la acción del conductor, en lugar de seguir sus indicaciones. ¡Intenta esta dinámica por ti mismo! - Campo minado
El ejercicio de campo minado resalta la importancia de una buena comunicación, la capacidad de escuchar al otro y la confianza en los compañeros. Se necesitan mesas, sillas, cajas y otros objetos para crear obstáculos, vendas para los ojos de los participantes y un espacio amplio y vacío. El grupo se divide en parejas, donde uno de los miembros tiene los ojos vendados y recibe instrucciones de su compañero fuera del campo para guiarlo a través de los obstáculos sin tropezar. Cada vez que se toca un objeto, la pareja recibe un castigo. El equipo que complete el recorrido en el menor tiempo es el ganador. - Descubriendo la emoción
Esta dinámica ayuda a que cada persona del grupo se conozca mejor a sí misma y pueda observar a los demás con más atención, reconociendo sus propios sentimientos y los de sus compañeros. Para ello, se necesitan tarjetas con diferentes emociones y sentimientos escritos en cada una. El grupo se divide en dos equipos, y cada equipo recibe la mitad de las tarjetas. Un miembro de cada equipo toma una tarjeta y la expresa sin decirla verbalmente a su grupo. El equipo que adivine el sentimiento en el menor tiempo gana el punto. El juego termina cuando no quedan más tarjetas por interpretar, y el equipo con más puntos es el ganador. - Esto o aquello
La actividad “Esto o aquello” busca que cada participante reflexione sobre cómo se ven sus compañeros y cómo les gustaría ser vistos, destacando la importancia de una retroalimentación constructiva. Los resultados suelen ser excelentes. Para realizarla, se necesita una pizarra dividida en dos partes, post-its y bolígrafos que se distribuirán entre los participantes. Cada uno debe escribir en los post-its las características que les gustaría ver en sus compañeros de trabajo y pegarlos en la sección “compañero ideal”. Luego, deben explicar la importancia de lo escrito y escribir los comportamientos que no quieren ver en sus compañeros, pegándolos en la sección “colega no deseado”. Finalmente, se les pide que reflexionen sobre cómo han sido percibidos por los demás. - Isla desierta
Este es un ejercicio sencillo pero que puede producir grandes resultados, como mejorar las relaciones interpersonales y resolver conflictos. Consiste en enviar un breve cuestionario a todos los participantes, con tres preguntas: ¿con qué miembro del grupo te gustaría estar si estuvieras perdido en una isla desierta?, ¿a qué compañeros llevarías si ganaras un viaje con tres personas?, y ¿qué compañero elegirías para que te ayudara a organizar un evento? - El teléfono
El objetivo de esta actividad grupal es demostrar cómo el ruido en la comunicación (es decir, no entender lo que se transmite) puede causar graves distorsiones en la difusión de un mensaje dentro de una organización. Cada participante recibe un bolígrafo y una hoja en blanco para dibujar un objeto. Luego, pasan sus dibujos a la persona a su derecha, quien debe interpretar el dibujo y escribir el nombre del objeto o su descripción. Esto se repite varias veces hasta que el dibujo original regresa a su creador. Los resultados finales suelen ser sorprendentes, mostrando cómo se distorsiona la información a medida que se transmite de persona a persona.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.