Se repite una y otra vez que en la era post-COVID todo será distinto en el mundo del trabajo. Algo que ya puede verse aunque con aplicaciones diversas según qué empresas, sectores y lugares del planeta. . Algunas organizaciones han adoptado nuevas maneras de comunicación y otras han vuelto a ser las mismas de antes. Qué lecciones sacar para salir fortalecidos.
La transformación digital que ya venía sucediendo pero que se aceleró a raíz de la pandemia no deja de ser una huella positiva en las forma en la que las organizaciones hoy trabajan y sobre todo, se comunican. Instituciones como la Cepal, la OCDE y la Unión Europea coinciden en afirmar que este cambio fue positivo para las empresas y salvó a muchas del cierre o de tener que destruir empleo.
Las correcciones necesarias para la transformación digital que no se hacían por negligencia, falta de inversión, incertidumbre, etc; tuvieron que obrarse compulsivamente debido a la pandemia. Y esto no hizo otra cosa que dejar la vara mucho más alta en las organizaciones, sobre todo en países en vías de desarrollo.
El sector privado lo comprendió rápidamente y el sector público intenta adaptarse, aunque con resultados muy dispares en toda América Latina.
El trabajo remoto que post pandemia sufrió diversas modificaciones según la empresa que se estudie. Pero en en las mentes de los trabajadores una nueva forma de conectarse con el empleo y con su tiempo libre llegó para quedarse. Muchas personas deciden si aceptan un trabajo o no teniendo en cuenta este factor, algo impensado antes de la pandemia. La gestión del tiempo ya no se impone desde un solo lado sino que es un punto a negociar.
Lo positivo es que las herramientas de comunicación están. Todas disponibles y si bien para algunos eran desconocidas antes de la pandemia, hoy nadie puede decir que no ha hecho una videollamada por ejemplo. Todo está ahí para mejorar y agilizar la comunicación: la telefonía celular, los distintos sistemas de mensajería instantánea, las aplicaciones para ir evaluando el flujo de tareas, etc. Podrían nombrarse cientos. Y la capacitación para su uso en forma a veces casera, compulsiva, irregular o de la forma que se quiera pensar, se ha hecho alrededor de todo el mundo.
Los espacios de trabajo hoy pueden ser remotos y siguen siendo espacios comunes. No es la presencialidad la que hace la diferencia: se puede tener un equipo cohesionado, con objetivos comunes, estimulado y dinámico. No es necesario compartir un lugar físico y eso se viene probando en la post pandemia aunque para algunos jefes de organizaciones no esté tan claro.
Beneficios que dejó la era post Covid en la comunicación de las organizaciones:
Mayor agilidad en los procesos internos: Las relaciones hacia adentro y afuera de la organización, entre empleados proveedores y clientes resultan más ágiles por estar mediadas por procesos digitales de gestión interna. La inteligencia artificial, el big data, etc hacen que todo esto se vea afectado para bien, con mayor fluidez en las comunicaciones.
La importancia del recurso humano: El agradecimiento hacia los miembros del equipo por haber transcurrido una de las etapas más difíciles de la humanidad con relativa calma y normalidad. El hacerle saber lo necesarios que son para la empresa y todo tipo de mensaje que fortalezca la relación generará una comunicación más fluida en la organización.
Mensajes más claros y transparentes: A la era de la incertidumbre debe necesariamente seguirle una etapa de calma, claridad, certeza. Mensajes claros, sencillos, que demuestren cercanía y empatía.
Trazar un horizonte: Ell Covid quedó atrás, hay que pensar en el futuro. En un futuro de utopías, sí pero en otro mucho más cercano y tangible. Con metas claras y objetivos a corto plazo que sean sencillos de lograr y que traigan bienestar y levanten la moral del equipo. También hacerles saber que pueden surgir posibles imprevistos entonces es importante plantearse diferentes escenarios y cuál será la respuesta de la empresa ante los mismos.
Construir confianza: Esto tiene que ver con el ítem anterior: ante la gran incertidumbre que vivió el mundo es momento de dar certezas. El ser humano desde el inicio de los tiempos busca antes que nada, seguridad. Y esa confianza se construye en forma estratégica, utilizando los canales adecuados, midiendo qué mensaje se transmite en cada ocasión. Tomando la comunicación en serio.
El equipo como protagonista: Con la pandemia hay un mayor entendimiento de lo importante que es el recurso humano pero esta vez es momento de hacerlo en serio. Con una estrategia de comunicación interna seria que ponga al empleado en el centro de la escena.
Cultivar la marca: Pensar en la marca no ya como un producto sino como un estilo de vida. Los empleados son los mejores embajadores de la compañía y sus valores,, el mejor branding que una empresa puede tener y los esfuerzos en la comunicación interna deben estar enfocados en este sentido.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.