En el entorno empresarial, la comunicación interna efectiva es uno de los elementos fundamentales para el buen funcionamiento y la cohesión de cualquier tipo de organización.
Sin embargo, los sesgos cognitivos pueden ser un limitante e influir significativamente en cómo se transmite y recibe la información dentro de una empresa.
En este sentido, uno de estos sesgos es el efecto Dunning-Kruger, que se trata de un fenómeno que puede tener un impacto considerable en la claridad y la eficacia de los mensajes internos. A menudo, las personas con menos experiencia sobrestiman sus habilidades, mientras que los expertos tienden a subestimarlas.
Este sesgo puede dar lugar a malentendidos y desinformación, lo que a su vez podría terminar afectando la calidad de la comunicación interna. En esta serie de artículos, exploraremos cómo el efecto Dunning-Kruger influye en la comunicación dentro de las organizaciones y ofreceremos estrategias para mejorar la efectividad comunicativa al reconocer y abordar estos sesgos.
El efecto Dunning-Kruger y su impacto en la comunicación interna
Los seres humanos no son totalmente racionales y a menudo dejamos que nuestras emociones influyan en nuestras decisiones. Tenemos ciertos sesgos o distorsiones cognitivas que afectan la forma en que procesamos la información. Estos sesgos tienen un gran impacto en la comunicación interna dentro de las organizaciones, a menudo obstaculizando la claridad y la eficacia de los mensajes, aunque no siempre somos conscientes de ellos. En esta serie de artículos, se proporcionará información relevante para ayudarte a identificar estos sesgos, entender cómo afectan a la comunicación interna y aprender a abordarlos. El primero de ellos es el efecto Dunning-Kruger.
¿Qué es el efecto Dunning-Kruger?
El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo que hace que las personas menos capaces sobrevaloren sus habilidades, mientras que los más expertos tienden a subestimarlas. Esto se debe a que quienes tienen menos conocimiento sobre un tema no son conscientes de todo lo que desconocen, mientras que los expertos son más conscientes de la complejidad del tema. Por ejemplo, un empleado que ha trabajado en un área solo brevemente puede creer que la comprende bien, mientras que alguien con una experiencia más profunda es más consciente de los detalles y matices involucrados.
El descubrimiento del efecto
El efecto Dunning-Kruger describe cómo las personas con menor conocimiento tienden a sobrestimar sus habilidades, mientras que las más expertas suelen subestimar sus capacidades. Este fenómeno fue identificado por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger en 1999. Incluso Darwin observó que la ignorancia a menudo genera más confianza que el conocimiento. En resumen, los menos competentes tienden a creer que son más capaces de lo que realmente son, mientras que los más expertos no reconocen que las tareas que les resultan fáciles pueden ser difíciles para otros.
Impacto del efecto Dunning-Kruger en la comunicación interna
¿Cuál es el impacto de esto en la comunicación interna? Las personas que sobrestiman sus habilidades pueden comunicarse de manera excesivamente confiada y segura, lo que puede llevar a malentendidos y falta de claridad en los mensajes. Esto afecta directamente a cómo se transmiten las ideas y la información dentro de la organización. Además, las personas que sobreestiman sus habilidades no tienen la capacidad de evaluar adecuadamente la comprensión y la respuesta de sus colegas, lo que puede resultar en una comunicación ineficaz. El Dr. Laurence J. Peter y Raymond Hull describieron esta idea en el Principio de Peter: “en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”. Inicialmente, este principio fue presentado de manera satírica, pero posteriormente fue respaldado por estudios científicos de prestigio.
El peligro de confiar en la confianza
La comunicación interna es crucial, pero confiar demasiado en la seguridad y confianza de los emisores de mensajes puede ser perjudicial. En su lugar, se debe apostar por la inteligencia emocional en la comunicación, especialmente en tiempos de crisis como la pandemia actual. Un buen comunicador interno utilizará la inteligencia emocional para transmitir mensajes de manera más empática y efectiva, ya que las personas pueden estar experimentando altibajos emocionales que afectan su recepción de la información. La inteligencia emocional marca una diferencia importante en la comunicación interna.
Fomentando una cultura de comunicación efectiva
Una cultura empresarial que valora la inteligencia emocional, la humildad y la disposición a cuestionar las cosas, tiene más probabilidades de fomentar una comunicación interna efectiva. Cuando se promueve una mentalidad de mejora y aprendizaje continuo, las personas pueden reconocer y abordar sus errores en la comunicación. Debemos valorar a quienes se atreven a admitir lo que no saben y a buscar claridad en sus mensajes. Además, la pandemia nos ha enseñado que solo podemos avanzar si reconocemos nuestra vulnerabilidad e incertidumbre y aprendemos de ellas. Porque, en definitiva, la vida y las empresas se trata de aprender y mejorar la comunicación interna.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.