La asertividad es una de las claves para una comunicación eficaz y relaciones interpersonales saludables. En este artículo, exploramos siete poderosos hábitos que te ayudarán a ser más asertivo.
Estos hábitos, desde expresar tus necesidades claramente hasta manejar el conflicto con confianza, no solo mejorarán tu capacidad de comunicarte, sino que también te permitirán establecer límites saludables y fortalecer tu autoestima. Al incorporar estos hábitos en tu vida diaria, podrás interactuar con los demás de manera más equilibrada y positiva, logrando una mayor satisfacción tanto en tu vida personal como profesional.
Ser asertivo no equivale a ser agresivo. Es importante expresar tus deseos de manera firme y segura. Cada persona desea tener más seguridad en sí misma, sin embargo, no todos saben cómo expresarse con firmeza. La asertividad se encuentra en el medio entre ser sumiso y agresivo al comunicarte. Ser demasiado pasivo puede dar la impresión de que no tienes voz propia. Y así también, ser brusco al expresar tu opinión podría hacerte ver como una persona hostil o incluso como un intimidador.
Sin embargo, al dominar la habilidad de ser asertivo, lograrás expresarte de manera clara y firme sin caer en la sumisión o agresividad, aumentando así tus probabilidades de alcanzar tus metas. Te presentamos algunas recomendaciones para fortalecer esta destreza y lograr ser un comunicador asertivo para triunfar en el ámbito personal y profesional.
- Comprender la importancia de ser asertivo.
La asertividad consiste en mostrar confianza al expresar tus necesidades sin faltar el respeto a los demás. Cuando eres asertivo, no te quedas callado ni te pones agresivo, sino que hablas con sinceridad y claridad. No supones que los demás adivinen tus deseos, por lo tanto, te comunicas de manera tranquila y segura para solicitar lo que necesitas.
- Conserva la manera en que te comunicas en internet.
En el arte de ser asertivo, la forma en que te comunicas es esencial. La clave radica en mostrar respeto hacia los demás en tus interacciones. Es importante prestar atención a cómo te mueves y a lo que dices. Asegúrate de que lo que expresas verbalmente coincida con tu gesto y tono. Nunca confíes en que los demás adivinen lo que piensas; si deseas algo, expresa tus deseos, y si algo te perturba, comunícalo claramente. Demuestra confianza al solicitar algo o comunicar una preferencia. Mantente de pie con buena postura, inclínate ligeramente, sonríe o conserva una expresión tranquila en tu rostro y mira directamente a los ojos de la persona.
- Comprender y aceptar las diferencias.
Ser asertivo no implica ignorar lo que piensan los demás. Al igual que compartes tu punto de vista, involúcrate en comprender las perspectivas de los demás. No dejes que las discrepancias te molesten o te enojen; ten presente que las diferencias no siempre indican que estés en lo correcto y la otra persona esté equivocada. Trata de entender cómo piensan. Escucha con educación y espera tu turno para hablar.
- Habla de manera clara y fácil de entender.
Cuando te ejercites en ser asertivo, recuerda comunicarte sin culpar o acusar a la otra persona. Expresar tus pensamientos sinceramente no implica señalar errores en los demás. Sé claro y honesto al expresarte. Recuerda que a veces menos es más. Evita ser complicado al pedir lo que necesitas.
- Utiliza tu propio poder personal.
Para comunicarte de manera asertiva sin generar confrontación, procura utilizar expresiones que se enfoquen en tus propios pensamientos y sentimientos.Haz parte de tu vocabulario frases como “Pienso que…” o “En mi opinión…”. Evita emplear un tono rudo y evitar frases del tipo “Nunca haces esto…” o “Siempre haces aquello…”
Estas declaraciones pueden molestar a los demás y poner fin a la comunicación. Usar declaraciones centradas en uno mismo te ayuda a sentirte seguro y comunicarte de manera asertiva sin alejar a los demás.
- Mantén la calma.
Sentirse seguro y expresarse con claridad puede generar emociones positivas, aunque a veces estas manifestaciones pueden malinterpretarse como hostilidad. Aprende a hablar con tranquilidad y seguridad, esto te hará sentir más confiado y ayudará a que la otra persona se sienta más tranquila también.
No olvides respirar de forma habitual y estar atento a cómo te mueves y a cómo miras a los demás. Estar presente con alguien implica mantener la tranquilidad en tus pensamientos, palabras y acciones. Esta actitud no solo te brinda confianza, sino que también ayuda a la otra persona a mantener la calma.
- Establezca límites.
Los límites son como normas personales que estableces para distinguir lo que aceptas de lo que rechazas. No quieres que te falten el respeto, pero tampoco pretendes dar miedo. Con límites claros, sabrás cuándo aceptar y cuándo rechazar.
Desarrollar habilidades de asertividad no es diferente a aprender otras cosas: se necesita tiempo y práctica. Si continúas poniendo en práctica estas técnicas, pronto notarás un aumento en tu confianza personal.
Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.