5 formas de efectivizar la comunicación con tus compañeros de trabajo para ser un buen líder, según harvard

La comunicación clara y eficaz de un líder con los empleados, dentro de los equipos y en toda la empresa, es fundamental para lograr el éxito.

En el ambiente empresarial actual, que es complejo y cambia rápido, hay muchas maneras de comunicarse. A veces los equipos trabajan desde lejos o tienen personas de diferentes culturas en distintos husos horarios. Por eso, es crucial comunicarse eficazmente, aunque puede ser un reto. Por eso, ser capaz de comunicarse efectivamente es esencial para ser un buen líder. Por suerte, estas habilidades son adquiribles y perfeccionables. A continuación, ocho recomendaciones que pueden ayudarte a mejorar tus habilidades comunicativas para el progreso de tu organización y tu carrera.

  1. Prepárese con anticipación. 

Antes de empezar a hablar, es importante tener claro qué se va a decir y cómo se va a decir. No solo se trata de ensayar una presentación, sino de algo más.

La planificación incluye considerar toda la comunicación, desde el inicio hasta el final. Busque los datos necesarios para respaldar su mensaje. Piense en cómo contestar preguntas y críticas. Trate de prever lo que pueda sorprenderlo.

Previo a una evaluación de desempeño, es importante que recopile ejemplos específicos del comportamiento de su empleado para respaldar su evaluación.

Por ejemplo, antes de iniciar una conversación sobre aumentos salariales o ascensos, es fundamental saber de antemano lo que se espera lograr. Prepare los números ideales y esté dispuesto a considerar compromisos. Es crucial tener datos concretos que respalden su posición, como salarios estándar para su cargo y ubicación, pero asegúrese de basar su investigación en información confiable, no en rumores internos o ejemplos anecdóticos.

Antes de comenzar a hablar, piensa en diferentes preguntas que podrías hacer, la información adicional que necesitarías o cómo manejar desacuerdos con calma y claridad durante la conversación.

  1. Expresa tus ideas de forma clara y directa. 

La comunicación se basa principalmente en la elección de las palabras. Y cuando se trata de elegir palabras, menos es más.

La clave de una comunicación poderosa y persuasiva, ya sea escrita u oral, es la claridad y, siempre que sea posible, la brevedad. La buena comunicación depende de elegir las palabras apropiadas. Lo fundamental en cualquier tipo de comunicación, ya sea por escrito o de forma verbal, es ser claro y directo. Antes de comunicarte, debes tener claros tu objetivo y a quién te diriges. Planificar de manera detallada lo que quieres expresar y por qué te asegurará de incluir toda la información importante, a la vez que te permitirá desechar lo que no sea relevante.

  1. Evita usar palabras de más y un vocabulario complicado, que pueden confundir a quienes lo leen o lo escuchan.

Aunque la repetición puede ser útil en ciertas situaciones, es importante usarla con precaución y mesura. Repetir su mensaje puede garantizar su comprensión por parte del público, pero un exceso de repetición puede llevar a que sea ignorado por completo. Observe el lenguaje corporal de las personas a tu alrededor. Nuestros rostros, movimientos y cómo nos posicionamos pueden comunicar más que las palabras que decimos. Las señales sin palabras tienen un impacto de entre el 65% y el 93% más fuerte que las simples palabras habladas, y solemos dar más crédito a esas señales que a las palabras si no coinciden. Los líderes deben ser especialmente hábiles en la lectura de las señales no verbales.

Quienes evitan verbalizar sus discrepancias a veces las señalan a través de sus acciones, como cruzar los brazos o evitar la mirada. Interpretar estos gestos le puede ayudar a mejorar su comunicación de manera versátil.

  1. Al mismo tiempo, es crucial que los líderes mantengan bajo control su lenguaje corporal al comunicarse. 

Las señales que transmiten de forma no verbal deben ser coherentes con su mensaje. Una discrepancia entre la comunicación verbal y no verbal puede generar desconcierto e incluso minar la confianza que su equipo tiene en usted, en la organización, e incluso en ellos mismos.

  1. Preste atención a su manera de hablar. 

La manera de expresar algo tiene un valor tan grande como las palabras utilizadas. Al igual que otros gestos no verbales, el tono puede realzar el mensaje con intensidad, o tener el efecto contrario y debilitarlo por completo.

La forma en que hablamos puede afectar nuestras disputas y problemas en el trabajo. Usar palabras positivas construye confianza, mientras que usar palabras poco claras o negativas puede crear confusiones fácilmente.

Cuando hablas, el tono consiste en la intensidad, cómo se escucha y cómo lo dices, junto con las palabras que usas. Es complicado controlar el tono durante una conversación en vivo para asegurarte de que realza lo que quieres decir. Si estás atento al tono, podrás ajustarlo si sientes que la comunicación se está malinterpretando.

Es importante controlar el tono al escribir mensajes. Lee lo que escribes cuidadosamente, prestando atención al tono de voz. Incluso puedes pedir a un amigo de confianza que lo lea en voz alta contigo.

Al comunicarte por correo o mensaje, toma tu tiempo y no contestes de inmediato en momentos de tensión. Es mejor escribir la respuesta y esperar uno o dos días antes de enviarla. Al releer el mensaje con calma, puedes ajustar el tono para evitar conflictos mayores debido a emociones.

Habrá situaciones complicadas al comunicarnos con compañeros y empleados. Los malentendidos son habituales y se deben abordar. A veces los mensajes corporativos no serán lo que esperamos, especialmente en momentos difíciles.

Desarrollar tus capacidades para comunicarte te beneficiará como líder, aun en situaciones difíciles. Dedica energía a trabajar en esto; el esfuerzo traerá recompensas.