
Una comparación reciente entre diferentes países mostró que, si bien las tres funciones más utilizadas en esos países son las mismas y en el mismo orden, el porcentaje de usuarios varía significativamente. Mientras en EE.UU. menos de la mitad de los usuarios usan mensajes de texto y menos del 20% envía o recibe fotos, en Gran Bretaña, casi el 90% usa los mensajes de texto y casi uno de cada tres comparte fotos. En ambos países, con una ligera ventaja para EE.UU., los usuarios que consultan su correo electrónico son entre el 7,5% y el 9,5%. Diferencias notables se registraron en otras funciones. Por ejemplo, en términos proporcionales, dos veces y media más de usuarios estadounidenses compraron ringtones (9,1% contra 3,4%) y 50% más de usuarios descargaron juegos en EE.UU., respecto de Gran Bretaña. En el primer caso, fueron casi 20 millones de usuarios. En EE.UU. casi el 7% de los usuarios usa la mensajería instantánea y en Gran Bretaña lo hace menos del 5%.6 Japón ya ha entrado de lleno en la era 3G. Más de la mitad de los usuarios de TM usa tecnología de 3 generación. Los resultados se perciben en el uso que hacen de sus dispositivos y de los servicios. Hay tres veces más usuarios que envían c.e. que mensajes de textos. Comparativamente son muchísimos más que los usuarios europeos, entre los que aún predominan los mensajes de texto (OFCOM, 2007). Pero los usuarios japoneses no son los únicos cuyo consumo en servicios de valor agregado y en el uso de otras facilidades de sus dispositivos móviles ha progresado notablemente en los últimos tiempos. Más de la mitad de los usuarios europeos utiliza el móvil para tomar fotografías. En Gran Bretaña, el 25% graba sus propios videoclips y escucha música con el móvil, el 16% usa el acceso a Internet y el 10%consulta y envía c.e. (OFCOM, 2007).
Sin embargo, debe reconocerse que el móvil no ha conseguido, a pesar de su polifuncionalidad aumentada, reemplazar otros dispositivos que, por el momento, parecen bien anclados en la experiencia vital. Mientras que las predicciones asumen que el usuario ve con interés la polifuncionalidad del teléfono móvil, las encuestas señalan que, por ejemplo, en Gran Bretaña, el 81% de los usuarios de TM también posee y usa una cámara digital, dos tercios también tienen un reproductor MP3, casi la mitad tiene una laptop y un 28% un dispositivo móvil de juego.
Además de los usos adicionales que venimos de mencionar y los que se prevé que usen con la llegada de Internet al móvil, los que más oportunidades tienen de trasladarse al dispositivo móvil son los servicios financieros de “monética”. Al menos así lo deja entrever la experiencia japonesa. A principios de 2007, DoCoMo, la primera empresa de telefonía móvil de Japón, ya tenía 1,5 millones de usuarios que utilizaban su plataforma de pagos con tarjeta de crédito, es decir, usuarios que habían activado este medio de pago en su plataforma de servicios móviles para hacer compras directamente desde ese dispositivo. Para entonces, el número de proveedores que ofrecían aplicaciones de mcommerce superaban los 150.000.
En Japón, el uso cotidiano de la tarjeta de crédito nunca fue tan popular como en otros países. En los últimos años, ha sido hasta 7veces menor que en EE.UU.8 En Japón, sin embargo, se ha extendido el uso de monederos electrónicos. DoCoMo tiene más de 20 millones de monederos electrónicos instalados en los móviles de sus usuarios,15 veces más que los usuarios que habían activado su tarjeta de crédito. La penetración del servicio de monedero electrónico móvil ya supera el 40% de los 52 millones de suscriptores de DoCoMo.9 Una parte del éxito de esta modalidad se debe a que el billete de más baja denominación (el equivalente a U$8,80) impone un uso muy intensivo de las monedas para los pagos de poco valor.
Esto que sucede en Japón no se repite en otros lugares del mundo. No sólo no es así en EE.UU., sino que tampoco es una realidad en la mayoría de los otros países desarrollados. Pero, las facilidades que ofrece la monética móvil probablemente atraerán segmentos muy amplios de la población mundial en un próximo futuro. En muchas economías emergentes la circulación de monedas y billetes de menor valor suelen escasear. En los países más desarrollados, las expendedoras automatizadas se extienden por doquier y son cada vez más los productos concernidos. Desde café hasta iPods, cigarros, merchandising y tickets de cine. Además, la monética tiene aplicabilidad y posibilidad de penetración entre los segmentos de la población no bancarizados, especialmente, entre los jóvenes a los que los padres pueden contratar mensualmente los servicios de comunicación al mismo tiempo que le cargan en el móvil una cantidad suficiente para los pequeños pagos. Para los países más pobres, entre los cuales el móvil tiene una penetración exponencial -se ha triplicado en cinco años y tiene una penetración superior promedio de 54% (UNCTAD, 2008) es una forma de inclusión financiera de bajo costo. Si los sistemas de seguridad logran vencer las barreras psicológicas de los usuarios, tal vez, el monedero electrónico móvil resulte una garantía frente a los problemas de inseguridad tan actuales.

Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.
