
La simulación es una modalidad que posibilita presentar artificialmente una situación real, utilizando de manera intensiva medios gráficos e interactivos. Estos programas son insustituibles cuando no se puede tener acceso a una experiencia real. Los juegos de mayor valor pedagógico son los que promueven habilidades cognitivas de nivel superior. Permiten aprender en contextos distintos, recuperando la importancia de las percepciones sensoriales. Se logra experimentar con objetos y escenas virtuales, estudiar sistemas complejos y perspectivas que de otro modo serían muy difíciles de alcanzar.
Con las propuestas y recursos que ofrece la RE se va más allá de un mero simulacro, pues son sistemas activos de simulación. Esto implica que constituyen procesos, no objetos; que poseen una función que descarta lo engañoso; y que no tienen que representar solo lo que es, sino explorar lo que podría ser. El motivo por el cual se generan estas propuestas se vincula con su valor heurístico, en relación con aquello que simulan. Simular, en este caso, es probar un modelo de mundo. La esencia de la simulación desde RE reside en su carácter dinámico, como si fuera un mapa en el tiempo con dimensión narrativa. Pero a diferencia de lo que sucede con las narraciones narradas, los sistemas de simulación no representan la vida desde un argumento en el que ya está todo el material narrativo dado de antemano, como sucede con los libros y las películas, sino que se generan acontecimientos de un modo prospectivo, sin saber cuál será el resultado. Como en el cuento de Borges, “El jardín de los senderos que se bifurcan”, el sistema de simulación de RE no es solo una narración no narrada, sino una matriz de historias doblemente posibles: historias que podrían vivirse e historias que podrían contarse (Ryan, 2004).
Otra posibilidad interesante es la realidad alternativa (Hogle, 2016) que conlleva a diseñar experiencias que tienen lugar dentro de la realidad aumentada. Un juego o simulación de realidad alternativa ofrece problemas de la vida real, que se resuelven utilizando internet, información y ubicaciones desde la RA. El problema plantea-do puede ser ficticio o real. O toda la experiencia puede ser una simulación. Pero lo más importante, a diferencia de las simulaciones típicas del elearning, es que los resultados de las experiencias de realidad alternativa no están predeterminados, pues los participantes las abordan con creatividad y autonomía como en la compleja vida real, en donde difícilmente existen soluciones unívocas para las problemáticas.

Belén Stettler, oriunda de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina, cuenta con 35 años y es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de sus 13 años de trayectoria en comunicación política, ha trabajado como consultora en Buenos Aires, especializándose en estrategia, investigación y comunicación directa. Ha dirigido equipos de comunicación en diversas campañas. Su experiencia incluye roles importantes en la Obra Social del Personal de Seguridad Pública de Buenos Aires, la Vicejefatura de Gobierno de Buenos Aires, Claves Creativas, Ford Argentina y AkzoNobel, iniciando su carrera en Grupo Suessa Organización Empresaria.
